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Si alguien alguna vez se atreve a discutirles que el golf es el juego más raro del mundo solo deberán hacerle ver las cuatro rondas del Memorial de 2017. Jason Dufner abrió el torneo con dos rondas de 65 golpes, estableciendo un nuevo récord para los primeros 36 hoyos del certamen, y sacando 5 de ventaja. Reconocido por su gran consistencia de tee a green, Dufner navegó por Muirfield Village sin problemas y todo le sonreía. El sábado anotó 4 bogeys en los primeros 4 hoyos y tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano para firmar 77. Apenas terminó salió disparado a la cancha de práctica para tratar de encontrar lo que se le había perdido. El domingo por la mañana desayunando en el club se encontró nada menos que con el anfitrión de esta semana. Jack Nicklaus cruzó unas palabras con él y Dufner le dijo que estaba contento porque todavía creía que tenía una chance de ganar a pesar de haber jugado muy mal la tercera ronda. El líder era Daniel Summerhays y su ventaja era de 3 sobre Kuchar, 4 sobre Dufner y 5 a Fowler. El día final tuvo a varios pretendientes al título y a la fiesta se sumó Bubba Watson. Al igual que Dufner el sábado, Summerhays empezó a perder terreno apenas comenzados los segundos 9 hoyos y ya no se pudo recuperar. Allí llegó la primera interrupción por tormenta y el juego estuvo detenido por más de una hora. Volvieron a la cancha con el grupo final en el green del 11 y con el dúo Dufner/Fowler jugando el 13. Rickie era el líder, pero subió el 14, su compañero de juego bajó el 15 y la punta cambió de manos. Dufner ahora comandaba y en el par 3 del 16 puso la pelota en el green, cosa que solo 8 de los 70 jugadores lograron el domingo. Un cómodo par, dos golpes perfectos en el 17 y otro birdie que ahora lo ponía con dos de ventaja y un hoyo por jugar. Pegaron el golpe de salida del 18 y otra vez la tormenta obligó a interrumpir. Dufner había fallado el fairway, desde donde solo la pudo avanzar unas 75 yardas. Fowler soñaba con un birdie que lo podía poner en un desempate, pero falló el green. Dufner salvó el par con un largo putt y se quedó con el Memorial. De no poder errarle los dos primeros días pasó a no poder pegarle un tiro el sábado, para terminar ganando por tres el domingo. Difícil de entender este juego.