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No está pasando por el mejor momento de su carrera Fabián Gómez. El año pasado empezó con un problema en el pie que llevó a que su manager tuviera que hablar con la gente de Adidas para cambiar el contrato, y que le permitieran al chaqueño jugar con otra marca de zapatos. La gente de Foot Joy entró en escena y le mandaron 21 modelos diferentes, pero ninguno de ellos le permitía a Gómez jugar y caminar con comodidad. Volvieron con Adidas y aún hoy no ha encontrado un zapato que lo satisfaga. A esto hay que sumarle que en diciembre pasado mudó a su familia a Miami para tener que viajar menos y poder pasar más tiempo con ellos en las semanas que no jugaba. Estos cambios también afectan al jugador. Si no supiera todo esto debería concluir que Gómez está jugando muy mal este año ya que jugó 17 torneos, falló 9 cortes y solo terminó dentro de los top 25 en solo dos oportunidades, pero hay algo más que esto. Hace un par de semanas en el Wells Fargo jugó los últimos 7 hoyos del sábado en 5 sobre par y quedó afuera del corte del sábado por 1 golpe. El domingo en Memorial venía cómodo para pasar al fin de semana, pero hizo bogey en el 8 y en el 9, su hoyo final, pegó un golpe de salida perfecto. Su approach terminó en el rough a escasos 7 metros de la bandera. Hacer bogey era lo peor que podía pasarle, pero le salió muy fuerte del rough con su tercer golpe y la pelota terminó en el agua. Tuvo que volver al fairway y desde 50 yardas la dejó en el bunker con su quinto golpe. Sacó y dos putts para cuádruple bogey, quedando afuera del corte por un golpe. Son rachas que Gómez seguramente superará, pero que cuando le pasan a un jugador son la peor pesadilla. Esta semana vuelve al lugar de su primer triunfo en el tour y ojalá los buenos recuerdos borren de su mente los malos momentos que ha vivido últimamente.