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Quail Hollow, Charlotte, Carolina del Norte - La sede del PGA Championship de este año viene siendo sede de un torneo del PGA Tour desde 2003, y cuando un nuevo torneo se transforma de inmediato en uno de los favoritos de los jugadores generalmente la cancha tiene mucho que ver. Cuando terminó la edición 2016 del Wells Fargo Championship comenzaron los trabajos de rediseño y la ida fue totalmente cambiada. Algunos jugadores que fueron a practicar no quedaron muy conformes con los cambios y habrá que esperar al final de esta semana para saber el veredicto final de los participantes. Lo más interesante siempre en Quail Hollow ocurre a partir del hoyo 14, un corto par 4 con agua a la izquierda en donde la mayoría puede llegar al green. Le sigue un par 5 dog leg a la izquierda en donde aparece otra posibilidad de águila, pero cuando los jugadores llegan al tee del 16 las chances de birdie casi desaparecen. El trayecto final conocido como The Green Mile arranca con un par 4 eterno que apenas dobla a la derecha y con un cross bunker que solo los muy largos podrán volar para acortar el hoyo, mientras que el segundo golpe requiere de gran precisión con el green pegado al agua. El 17 es un par 3 que puede medir más de 220 yardas rodeado de agua al frente, todo el costado izquierdo del green y la parte de atrás. El par 4 final tiene un fairway angosto, con un arroyo que corre todo a lo largo del hoyo por la parte izquierda y árboles por la derecha. El score ganador dependerá de cuánto de exigente la PGA de América quiera poner la cancha, pero todos sabemos que los greens nuevos siempre son duros, que en agosto el rough será mucho más tupido que en mayo cuando se juega el torneo normalmente y que la presión del último major del año es mucho más intensa. Una muy buena cancha con un final tremendo nos asegura un desenlace espectacular para el domingo.